Erwin
Panofsky es, sin duda, uno de los teóricos más odiados por los universitarios
cuyos temas de estudio versan en torno al arte, así como uno de los grandes
referentes respecto al desarrollo de modelos de análisis de obras. Su método
iconográfico-iconológico resulta hoy fundamental no sólo para el análisis de
obras pictóricas -especialmente de cara a la simbología de la pintura medieval
y mitológica-, tal como propuso en sus inicios, si no que se ha extendido a
numerosos campos que nos ayudan a entender el bagaje consciente o no de
cualquier artista a través de su producción.
En este
sentido, Ren Hang es quizá uno de los fotógrafos recientes que mayor interés
tiene de cara al análisis de su obra y su estrecha relación con nuestro
imaginario cultural. Este joven fotógrafo chino, que se suicidó tras varias
depresiones en febrero de 2017, era una de las voces más llamativas del
panorama artístico chino, así como abanderado de Ai Weiwei, consagrado artista
chino y activista contra el gobierno de su país. El propio Hang también fue
duramente criticado y censurado por el régimen.
El reflejo
de su difícil vida, así como de su exquisita fotografía erótica, son parte
indispensable para entender la producción artística del fotógrafo. Hang, además
de un artista precoz, era también preso de su propio tiempo y de sus
condiciones mentales, citadas por él mismo en numerosas ocasiones en su blog.
Más allá de todos estos condicionantes vitales, Hang fue, ante todo, un
magnífico creador en el que se reflejan no sólo sus episodios y sentimientos vitales,
sino también su relación con numerosas manifestaciones artísticas.
Porque la
obra de Hang no sólo habla de erotismo, sino también de lo que se sale de la
realidad. Su vinculación con el surrealismo es indiscutible, tanto por la
utilización de elementos atípicos, como por la similitud de algunas de sus
obras con algunas de las más importantes de la vanguardia. La relación de la
producción artística de Ren Hang es multidisciplinar: bebe igualmente de la
pintura o de la fotografía, donde encuentra en Robert Mapplethorpe una de sus
influencias más recurrentes.
Más allá
del surrealismo, a Ren Hang le interesan las formas y los cuerpos, la
sensualidad de la anatomía. Al igual que Mapplethorpe, retratista de
culturistas, Hang busca el cuerpo ideal y, en muchas ocasiones, fragmentado, y
el erotismo de esa sutileza.
La
sensualidad de las formas anatómicas y, por extensión, los cánones de belleza,
son quizá el leitmotiv más repetido a lo largo de toda la Historia del Arte. Y
entre estos, uno de los temas, de origen mitológico, además, más significativo
en la representación de lo que es hermoso, es el de Las Tres Gracias. Rafael
Sanzio en pintura o Cánovas en escultura han dedicado obras a las tres
divinidades griegas, pero sin duda la que más se recuerda es la versión de Rubens,
donde también toman inspiración ambos fotógrafos y cuyas obras se complementan
a la perfección: mientras que no vemos las cabezas de las gracias de
Mapplethorpe, Hang nos enseña los misteriosos rostros tapados de las diosas.
Esa común
fascinación por el desnudo femenino y la representación de la belleza llega a
un nuevo estadio en Ren Hang, reconsiderando la pintura del siglo XIX y la
obsesión por la femme fatale, fuera
de la expresión de la castidad y de la sensualidad de las formas. El gusto por
lo mórbido y lo cadavérico que se convirtió en uno de los ideales de belleza
románticos y que recogían, entre otros, los prerrafaelistas ingleses, también
lo retoma el cineasta Lars von Trier y el propio Hang.
Será de
nuevo en el surrealismo donde encontraremos más síntomas de la obra de Hang.
Pero no en el pictórico, sino en el audiovisual. Porque nuestro imaginario
contemporáneo está repleto de todo tipo de obras más allá de las artes clásicas
-pintura, escultura, arquitectura-, y ha sido invadido por otras
manifestaciones culturales como el cine -veíamos el ejemplo de Lars von Trier-
o la televisión. Es este último caso el que nos ocupa, donde la relación entre
David Lynch y Hang se materializa. El espacio de cortinas rojas que vemos de
forma recurrente en Twin Peaks y donde se suceden todo tipo de situaciones
irreales y fuera de la razón será el que tome Hang para retratos que también se
salen de la representación clásica y le acerquen, una vez más, al surrealismo
en su búsqueda de significado artístico.
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