Jessica Jones ha sido muy bien recibida por la crítica y por el público,
ha enamorado no solo a los fans de Marvel sino también a un público ajeno al
universo superheróico. Sin embargo, Jessica
Jones ha pasado sin pena ni gloria como serie con fuertes reivindicaciones
feministas.
En la época que vivimos actualmente las series de televisión están en
auge, se están rompiendo barreras y tabúes muy arraigados en la pequeña
pantalla, y las mujeres creadoras han encontrado en este medio una vía para
representar sus inquietudes y sus demandas sociales, para dar otra visión de la
realidad que antes era inimaginable. Son Jenji Kohan, creadora de Orange Is The New Black donde da
visibilidad a mujeres latinas, negras y lesbianas; Lena Dunham con sus Girls; Tina Fey; y el loco universo de
Shonda Rhymes que coloca en la televisión en abierto estadounidense a mujeres negras
en el papel protagonista. La cosa no queda ahí, Transparent (Jill Soloway) ha roto otra barrera, la transexualidad, el señor mayor que
siempre quiso ser una mujer.
Todas
estas grandes reivindicaciones del feminismo a través de la televisión hacen
que Jessica Jones no destaque por
ello, pero la serie protagonizada por Krysten Ritter también lleva a rajatabla
muchos principios feministas.
Jessica Jones es una serie de Marvel y Netflix creada por Melissa
Rosenberg (The OC, Dexter, Crepúsculo). Trata la historia de una detective privada con
superpoderes que debido a su complicado pasado con su antigua pareja decide
renegar de ellos y vivir una nueva vida. Pero su antigua pareja, Kilgrave
(David Tennant), sigue buscándola. Al ver que no puede dejar atrás los
fantasmas de su pasado, Jessica decide ir en busca y captura de Kilgrave.
Para
comenzar, la figura de una mujer fuerte e independiente en el centro de una
ficción es el rasgo feminista más obvio y que se ha utilizado en millones de
ocasiones desde el gran éxito de series como Buffy, Cazavampiros (Josh Whedon) o Xena, la Princesa Guerrera (John Schulian y Robert Tapert).

También
Supergirl, de DC Comics, defiende en
su discurso la igualdad del género femenino a través de la idea de la mujer que
busca su propia independencia, aunque tiene algunas contradicciones derivadas
de situar a Superman como una figura muy por encima de la protagonista.
Pero
si algo diferencia a Jessica Jones de
todas estas series es el tono y la sutileza con las que aborda este tema en su
narración. No podemos decir que Jessica
Jones es una serie “femenina” como
las mencionadas antes pues su tono oscuro, desaturado y hostil la hace mucho “más
atractiva también para los hombres”. El uso de las comillas se debe a que
dichos términos hacen referencia al tradicional modelo de categorizar las
historias basado en la generalización, que desgraciadamente sigue en uso hoy.
Jessica
se aleja de la figura femenina que encarnan las chicas de Girls, Peggy Carter o Kara Danvers (Supergirl); o la propia Trish Walker, la mejor amiga de Jessica.
Jones es una tipa dura, más aún que Buffy o Faith, se emborracha, no viste a la
moda, no es curiosa ni sensible, además es una pasota. De hecho sus
superpoderes no suelen ser característicos de una mujer, la fuerza bruta y
sobrehumana ha sido siempre una habilidad propia del hombre grande y musculoso
como el Capitán América, Hulk o Mr. Increible. Las mujeres siempre han tenido
otros poderes más relacionados con la psique o la propia naturaleza, y es en
esta serie donde se giran las tornas, porque el propio Kilgrave tiene el poder
de control mental.
La lucha entre Kilgrave y Jessica Jones es como la del perro y el gato, es un constante intento de lograr ser más listo que el otro y se refleja en la dualidad que representa el poder mental de Kilgrave y la fuerza bruta de Jessica. Nuestra heroína es una mujer poderosa y dura pero se siente impotente ante el inmenso poder de su adversario. Kilgrave la había retenido contra su voluntad en el pasado, gracias a sus poderes la había obligado y forzado a ser su títere y su amante, a estar bajo su control. El amor como arma de sumisión y manipulación se explota aquí en su máxima forma. Desde el punto de vista feminista podemos ver como Kilgrave refleja el patriarcado instaurado en nuestra sociedad. Jessica representa a la mujer víctima de esta sociedad patriarcal, del maltrato, del acoso sexual y de la violación, que a pesar de sentirse impotente ante tal poder, consigue ser fuerte y luchar por su libertad. En la recta final de la temporada Jessica se hace inmune al poder de su adversario, pero comprende que es necesario pararle los pies ahora más que nunca, para que no vuelva a tomar el control de nadie más.
Esta
forma tan particular de reflejar la lucha de la mujer por ser dueña de su
propio cuerpo nos remite a Orphan Black (Graeme Manson y John Fawcett),
que también hace uso de la ciencia ficción para hacer analogías con el tema. En
Orphan Black, los clones encarnados
por Tatiana Maslany buscan su propia libertad tras descubrir que su propio ADN
es propiedad de una gran corporación.
Jessica
no es la única mujer fuerte de la serie. Su amiga Trish Walker (Rachael Taylor),
una mujer femenina y atractiva, tiene una vida independiente tras enfrentarse a
su madre en el pasado por obligarla a ser un objeto mediático. Trish, ahora
libre de la presión familiar, es locutora de un programa de radio y vive su
propia vida, de un nivel superior al de su amiga Jessica que optó por tomar otra vía.

Jeri Hogarth (Carrie-Anne Moss) es otro punto fuerte del feminismo en la serie, no solo ejerce la función de abogada autoritaria, elegante y metódica (papel que suele representar un hombre), sino que es un personaje que rompe con la heterosexualidad normativa. Jeri está a punto de divorciarse de su mujer tras haberle sido infiel con su secretaria, este es un conflicto que se va desenvolviendo con destreza a lo largo de la temporada.
Los hombres que aparecen en la serie, exceptuando a Kilgrave,
cumplen el rol de compañeros de las mujeres, muchos de ellos también víctima de
ese patriarcado que representa el villano. Malcom, el agente Simpson y Luke Cage son
personajes que ayudan a Jessica en su búsqueda de justicia, y que no son superiores a ella sino que están a su misma altura.
El amor como sumisión quizás pueda reflejarse también en la
relación entre Luke y Jessica. Jessica, bajo el influjo de Kilgrave, mata a la
amante de Luke. El poder del amor es tan fuerte que Jessica le oculta
la verdad bajo el temor de que él no pueda comprender que ella no era realmente culpable,
¿o quizás sí?
Entre las nuevas series de mujeres (y hombres)
que reivindican la igualdad de género se cuela una Jessica Jones fuerte e indestructible, con ideas muy claras y
estilo atractivo, que cuenta con una potente y profunda historia digna de
admirar protagonizada por personajes únicos y ricos.
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