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Habéis
conseguido ganaros la vida a costa del humor. Espero que lo valoréis, es el
trabajo perfecto para muchos.
Bueno, lo de que nos hemos conseguido ganar la
vida es relativo, eh. La web tiene seis años y todavía no es rentable. Somos
sólo dos personas, lo cual es una estructura muy barata y flexible de mantener,
pero no salen dos sueldos. Sí de los contratos paralelos que salen gracias a la
ventana inmejorable que es la web, que tiene una audiencia enorme, pero es muy
difícil rentabilizar un proyecto online. O sea que ganarnos la vida es muy
relativo, esto desanima a mucha gente, pero es así.
El humor sí da de comer, lo que pasa es que nosotros
somos guionistas, no cómicos. Creo que los que son cómicos, ponen su cara y son
capaces de hacer espectáculo por sí mismos, lo tienen mucho más fácil que los
que se dedican sólo a escribir o a estar, como quien dice, detrás de las
cámaras. Sin embargo, es muy buen momento para el humor. Hay teles pequeñas
como Paramount muy receptivas a proyectos humorísticos baratos. Creo, además,
que la generación actual sabe trabajar con pocos medios de una forma más
barata. Al final, es todo una cuestión de dinero. Y en la radio van locos
buscando proyectos de humor y nuevos talentos, fácil no es pero vamos, está
mejor que hace diez años.
¿Qué
futuro tiene El Mundo Today? ¿Tiene techo? ¿Creéis que se os agotará la
inspiración en algún momento?
No, no se nos va acabar la inspiración pero es
posible que se nos acabe la fórmula. Es decir, somos sólo dos personas y por
tanto, salen chistes nuevos pero la fórmula es parecida. Llega un momento en el
que el público se conoce la fórmula y ya sabe cuál es el chiste. Pasa por ganar
más dinero y poder contratar a más gente que dote de un nuevo estilo a la web o
de una mayor diversidad de formatos. Nosotros mientras tengamos tiempo libre
vamos a mantener El Mundo Today y si no, vamos a hacer otra cosa así que…
¿Es la
clave del éxito el hecho de imitar el registro periodístico, acercando el
contenido de humor al menos formalmente a la realidad?
No lo sé, los chistes al final son los mismos
y aguantan una puesta de escena u otra, y el contenido igual. Sí que es cierto
que en nuestro caso nos ha ayudado el meter goles a los medios serios para
publicitarnos. Pero yo creo que sí, que hay muchos chistes de EMT que podrían
ser monólogos. Por tanto, no sé si radica en esa fórmula el éxito o, al menos,
no todo. De todos modos, a nosotros lo que nos gusta es ese discurso de hacer
humor pretendiendo que no lo haces. En el fondo es lo que hacía Eugenio, que
era un tío muy serio contando chistes muy tontos y por tanto, hacía más gracia.
Es un recurso que usas para que tus chistes hagan más gracia simplemente. Una estrategia
miserable.
Y en
ese sentido, sin acritud, ¿no te da un poco de reparo que confundan al EMT con
periodismo serio?
No, en el fondo es una cuestión de prestar
poca atención. A nosotros nos han preguntado si somos periodistas. Recibimos
semanalmente currículums de periodistas que quieren trabajar con nosotros… Pero
radica en no saber distinguir lo que es periodismo de lo que no, y claro con
los medios informativos que tenemos en España es fácil confundirlo. Pero no, no
es periodismo, es ficción. Y de las
personas. Claro, por ejemplo [risas previas], Marhuenda es más autor que
periodista, está más cerca de nosotros que de un periodista serio y eso
confunde. Pero en el momento en que te inventas el nombre de una persona para
informar, estás haciendo ficción, por tanto no, lo nuestro no es periodismo.
¿Cómo
es la relación de El Mundo Today con sus anunciantes?
Bueno, hay dos tipos de anunciantes: cuando
trabajas con el anunciante para hacer Brand Content, que trabajas con él de la
mano o te viene el anunciante directamente a contratarte y los anunciantes de
internet, una máquina que te va poniendo anuncios aleatoriamente, que prácticamente
cotizan en bolsa. Esto último es muy difícil aprender cómo funciona y hay
auténtica especulación, pero son robots y la relación con ellos es muy cómoda.
Lo único que tienes que mediar es cuando hay un anuncio que no te gusta, quitarlo
y ya está. Cuando hay Brand Content sí, se trabaja con ellos y somos muy
estrictos con esa línea editorial. Si tenemos que dejar caer una campaña, la
dejamos caer.
¿Diríais
que no a alguna marca?
No nos lo hemos planteado pero bueno, si
viniera Repsol o Endesa… No, creo que no diríamos que no a ninguna marca. Por
ejemplo, hemos anunciado a Coca Cola -Aquarius-, esto no quiere decir que tú
anuncies a Coca Cola y hagas otra noticia como medio donde te rías de una
situación que le resulte incómoda a Coca Cola. Y si la marca decide retirar su
publicidad en el soporte es muy libre evidentemente. Esto es lo que debería
ocurrir en cualquier medio humorístico y periodístico, aunque no se haga.
Me
llama la atención cómo tratáis a Rajoy. Un recurso que utilizáis a menudo es
imitar su registro, exagerando hasta el absurdo esa imagen que da en ocasiones
de “inocente”, de “tontorrón”. ¿Hay sátira aquí, hay afán de denuncia, o es
simplemente un gag más?
El problema de Rajoy [risas] es que nos hace muchísima
gracia. Xavi y yo teníamos una sección en Cadena Ser -donde, por cierto,
Rubalcaba llamaba cada dos por tres para decir ‘esto sí, esto no’- de filosofía
y humor en la que la premisa era poner cortes de Rajoy para explicar filosofía.
Eso nos ha obligado a escuchar horas, muchas horas a Rajoy. Lo conocemos muy
bien, sabemos de primera mano que es mala persona. Es una cuestión de escucharle
en entrevistas donde él tiene la guardia baja, especialmente antes de ser
presidente, que no estaba tan expuesto. Es mala gente y lo tenemos muy calado,
pero es cierto que su postura de señor mayor hace que sea perfecto para el
humor. Zapatero era un poco más informal pero Rajoy es el profesor mayor del
instituto. Lo único que tienes que hacer es ponerlo en contextos cotidianos y
él mismo ya hace gracia. Es cierto que quizá con él tendemos a hacer un humor
más simpático que ir a hacer sangre, que es lo que se merecería.
¿Cuánto
de ideología tiene el humor?
En nuestro caso intentamos que poca.
Intentamos no editorializar, nuestro objetivo siempre es entretener. De vez en
cuando hay algún suceso de actualidad que quieres denunciar y si se te ocurre
algo lo suficientemente gracioso, lo publicas. Si hay algo en lo que estamos de
acuerdo ideológicamente pero no hace gracia, no lo vamos a publicar. Una cosa
muy saludable es hacer humor de tus propias creencias. Es un ejercicio que
cualquier humorista debería practicar. Yo soy un ecologista convencido y hago
humor de lo patético que es reciclar los envases de los yogures.
¿Hay
algo que siempre hayáis querido hacer y que no hayáis hecho porque no case con
las características de la publicación? Algo muy salvaje, por ejemplo.
No. Bueno, hace poco queríamos publicar la
noticia de ‘Los pasajeros de Germanwings murieron por culpa del síndrome de la
clase turista’ pero pensamos que no era lo suficientemente gracioso como para
hacerlo. Si tú estás discutiendo con tu novio y si te ocurre una gracieta, si es
lo suficiente graciosa vas a salvar la situación, te vas a reír y probablemente
paréis de discutir. Pero si no es lo suficientemente graciosa, te la vas a
callar. Pues igual. El límite del humor está en la risa. Es un acto social. Si
hay algún suceso dramático como el 11S o el 11M y se te ocurre un chiste, más
vale que te haga reír porque pone en juego tu talento como humorista. No hace
falta forzarlo. Hay mucha gente, en Twitter especialmente, donde todo el mundo
parece ser humorista, que no lo entienden. No es censura, es una cuestión de
que si eres humorista tienes que hacer reír y si no, valóralo.
Háblame
de ‘Alá es la polla’, vuestra respuesta al atentado de Charlie Hebdo. Fuisteis
casi los únicos que contestasteis con humor puro y duro a un ataque tan brutal
a la libertad de expresión.
El titular es desafortunado… Y no, hubo más
gente en Twitter que trató el tema con humor pero bueno, como medio sí creo que
fuimos los únicos. The Onion lo hizo también obviamente. Pero es que a mí me
impresionó mucho, como profesional no podía darle la espalda a gente que había
muerto haciendo lo que estaba haciendo en ese mismo momento, sólo que yo trabajo
en mi casa, no en una oficina. Esa noticia es humor porque el punto de vista es
humorístico, pero es más bonita que graciosa. El problema de esa noticia es que
incluye la palabra polla en el titular. Hubiese sido exactamente igual de buena
si hubiera dicho ‘Alá es la hostia’. Sobre todo porque la noticia fue muy
traducida en inglés, corrió mucho internacionalmente y es desafortunado porque
la tradujeron como ‘Alá is a dick’ y no es lo mismo. Cuando en realidad lo que
quiere decir es ‘Alá es la hostia de guay’. Se perdía el juego de palabras.
Claro, al final escribes como hablas y yo soy muy mal hablado. Aún así, defiendo
a muerte ese artículo, creo que es lo mejor que he hecho en el último año.
¿Qué
opinas de las detenciones hechas por escribir en Twitter? Como el caso de Facu
Díaz.
Eso es terrible, vamos. Nadie con dos dedos de
frente puede defenderlo. El caso de Facu Díaz, el de Mancuso que es otro
usuario de Twitter e hizo chanza sobre la gente que había fallecido en el
accidente… Bueno, qué coño accidente, ¿atentado? No sé cómo llamarlo…, en el
suceso de Germanwings. Detener a alguien porque hace un humor muy escabroso o
porque directamente ofende siempre es discutible. Lo que no puede ser es que
lleguemos a un punto en el que tengas que poner ‘parodia’ en tu cuenta de Twitter.
También creo que es un problema de la red social porque no queda claro el
humor, en cualquier artículo de EMT siempre hay algo que lo deja muy claro,
aparte del contexto de la web.
¿Cómo
es tu relación con Xavi? Tiene que haber una compenetración fuera de lo común
para, tras varios años de El Mundo Today, seguir en la cresta de la ola.
Bueno, no llevamos en la cresta de la ola
tanto tiempo. Nos conocimos hace quince años, estudiamos juntos filosofía y
trabajamos a distancia desde el principio, él en Madrid y yo aquí en Barcelona.
Trabajamos por chat. Xavi es más ingenioso que yo, también es mejor humorista y
genera más titulares, de modo que yo desarrollo muchas ideas suyas. La compenetración
es total. La relación obviamente es muy buena pero sobre todo es que entendemos
cómo piensa el otro y así, la dirección es bicéfala. No hay ninguno por encima
del otro, sólo llegamos a discutir con temas de tipo empresarial más que por
contenido. Y eso está bien, primero porque indica que se nos da mal y segundo,
que en lo importante, la línea editorial, el tipo de humor, raramente estamos
en desacuerdo.
¿Y cómo es el Kike García fuera de las gracias? ¿Cuáles son tus inquietudes? ¿Influyen a la hora de escribir en EMT?
¿Y cómo es el Kike García fuera de las gracias? ¿Cuáles son tus inquietudes? ¿Influyen a la hora de escribir en EMT?
No me considero en absoluto gracioso, ni
siquiera al escribir. Al escribir soy un profesional y sé qué mecanismos hacen
gracia pero no soy una persona excesivamente ingeniosa. Y de hecho, no voy a
decir que sufro al escribir ni mucho menos, pero no lo disfruto. Acumulo ideas,
me quedo con las mejores y monto el texto de la mejor manera posible. Pero no
es una fiesta trabajar en EMT y no soy una fiesta fuera de él. Soy una persona
bastante aburrida y esto es común en la mayoría de humoristas que conozco. La
mayoría son gente taciturna -bueno, hay de todo obviamente-, seria y no
especialmente divertida con la que hablar.
Y mis inquietudes algo influyen. El Mundo Today
no deja de ser una cosa muy personal y a mí por ejemplo, me flipa la banalidad.
En el sentido de lo inútil que es todo. Una noticia que me gusta mucho que
escribí este verano es ‘Se enamora perdidamente de una chica que morirá algúndía’. Y a mí este tipo de cosas me hacen mucha gracia: todos los esfuerzos que
ponemos en cosas que no tienen ninguna importancia a nivel cósmico. Tus
obsesiones, claro, están ahí pero de manera más o menos sutiles.
¿Qué
tal el formato televisivo?
Bueno, estamos empezando a colaborar en El
último mono en La Sexta y lo que hacemos es un formato súper chiquitín, 3-4
minutos que probablemente vayan creciendo, con batería de titulares. En
realidad no es nada nuevo, ya empecé a hacer vídeos en la web de manera
personal porque me apetecía hacerlo, con cero medios, con una cámara de fotos
en el mejor de los casos y generalmente grabando con el Iphone. Y lo que
hacemos para la tele es algo parecido pero mejor vestidos y con un poquito más
de presupuesto. Y con Juanra Bonet que es amigo de la casa. Se acercó a
nosotros precisamente para llevarnos a la tele, y le hemos ido frenando las
ansias porque no nos apetecía hasta ahora.
¿Y a ti
de verdad te hace gracia el tipo de humor que hacen en El último mono?
[Se descojona] No lo he visto. Vi un poco el
primero. Había un par de buenos chistes pero en general me pareció más él
explicando la propuesta. Más allá de ahí es que no lo he visto, no tengo tele
porque el casero no me la quiere sintonizar. Me he limitado a ver por el móvil nuestras
intervenciones y no el resto del programa.
Bueno,
por último y pregunta obligada, ¿cómo te llevas con Pitingo?
No me llevo. De hecho, con quien me llevo mal
aunque él no lo sabe es con Alejandro Sanz. Le tengo una ojeriza más allá de lo
razonable. No hago bromas con él en EMT por no darle publicidad, lo cual es
ridículo. Creo que es el culpable del mal estado musical del país. Y Pitingo, a
quien no conocía pero Xavi sí -quien escribió la noticia conflictiva- lo busqué
en Spotify la semana pasada y es terrible lo que hace. Pero más allá de eso, a nivel personal, bien, somos amigos.
[Entrevista por Javier Martínez y M. Granados]
Pues está de puta madre... pero por qué ponéis una foto del Ché?
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