A Sergio Albarracín (1976) ya le asoman las canas. No hay sosiego en su actividad en torno a la creación e interpretación. El artista más original de la escena del rap nacional ha cumplido diez años de una carrera que empezó en la sombra. Lejos queda cuando tenía 15 años y empezó a escribir las letras de las canciones al grupo Nazion Sur. Aquel grupo malagueño sería base en la formación de otros grupos de relieve nacional como Triple X o Hablando en Plata.
Como escritor, también, es autor de una novela que él mismo ilustra, Váyanse a casa, aquí no hay nada que ver (2013, editado por Bandaàparte), y ha trabajado como guionista y actor en el documental Vibraciones. En su música, las referencias artísticas estrechan el paso a la jerga costumbrista. El artista nos atiende en el centro cultural La Térmica. Lo hace con serenidad, después de ensayar su actuación en una obra de teatro.
Eras
letrista de uno de los grupos pioneros de rap, Nazión Sur. Con tan solo 15 años,
escribías las letras a Mr. Kan, a Spanish Fly y a Rayka…
Sí, todas las letras de la segunda
maqueta, “Con 40 de fiebre”. Y algunas de la anterior también... Se montó el
grupo y yo era el que más facilidad tenía para escribir. Decidieron que las
hiciera y ellos las adaptaban a su manera de rapear. Mis inicios en esto fueron
como ghostwriter no remunerado.
¿Cómo
os conocéis?
En 1990 o así creo recordar, o un año
antes… Ellos me sacaban tres o cuatro años. Los conocí a través de mi hermano
mayor que bailaba breakdance. Éramos todos de la zona oeste de Málaga.
¿Cuál
es el primer viaje que haces relacionado con el hip hop?
Recuerdo la mítica jam de 1993 en Alicante. Era la primera vez que se reunían todos
los grupos que estaban sacando maquetas por aquel entonces: La Puta Opepé,
Nazión Sur, 7 Notas 7 Colores, el Club de los Poetas Violentos... Era algo
totalmente nuevo, solo amor al hip hop y al gamberreo, la gente dormía en la
playa o donde podía... Ese fue el primer gran viaje que recuerdo.
Recordarás
a gente de ese viaje que te sorprendiera…
Admiraba mucho a Zeta, como escritor de graffiti. En aquella época estaba muy
metido y pude ver y conocer a artistas que seguía de los fanzines y eso.
Pasas
del graffiti al rap. También del graffiti al diseño gráfico.
Me ha gustado dibujar y pintar desde
pequeño, por los cómics. Me introduje en el hip hop a través del graffiti y de ahí pasé al rap, pero no
fue el graffiti lo que me motivó a
dibujar y diseñar, sino al contrario. El
graffiti me atrapó como disciplina porque dibujar era lo que a mí me gustaba.
Con diez u once años empecé a tagear salvajemente.
¿De
dónde salían las referencias en los 80?
Por algún yanki asentado en Torremolinos.
Y los marines que nos dejaban sus cintas cuando sus barcos paraban aquí. A través de ellos empezamos a conocer bien a
las bandas de USA. Luego ya llegó la MTV y las cintas VHS que pasaban de mano
en mano.
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El rapero nos atendió en el centro cultural La Térmica, de Málaga. | Fotografías por Christian Quarmby. |
¿Cómo
se compaginan los distintos procesos de creación: desde el rap al diseño…?
Por etapas. Si me centro en un disco
estoy muy a tope con eso y las otras disciplinas las dejo un poco aparcadas o
me las tomo con más tranquilidad. No puedo estar metido al cien por cien en
tantas cosas a la vez. Delego en unas, me centro en otras...
¿Que
tengas tanta actividad determina estar relacionado con que des los conciertos
únicamente junto a un deejay y sin corista?
Nunca he tenido corista, desde las
maquetas. Pero no es ese el motivo. Nunca me he sentido con la necesidad de
llevar un corista como refuerzo. Quizás otros artistas para su rollo lo vean
más necesario.. De hecho, en un principio la gente me decía que estaba loco por
salir sin corista. Ahora es de lo más normal.
¿Te
has sentido siempre cómodo dentro de las
estándares del rap? Una vez confesaste que te daba cosa decir que eras rapero y
la gente respondía conforme a estereotipos.
Ahora ha cambiado algo, sí, pero no sé…
He tenido la experiencia de decir que eres rapero y la peña pensar en el
anuncio de Nocilla que no es una cosa seria, que va dirigido a los niños...
En
la familia no sé si decías quiero ser rapero…
¡No, qué va! Lo de la música nos pilló
por sorpresa a todos, porque tampoco ha sido nada planeado de levantarme un día
y decir “¡Mamá, quiero ser artista! Se ha desarrollado así por sí solo, poco a
poco, sin un plan maestro.
¿Recuerdas
el peor concierto que has dado?
No sé... Ha habido un par de ellos en los
que me caí en y desde el escenario, problemas con el humo… Anécdotas. No podría
decir ninguno en concreto.
¿Y
hay algún grupo o músico con el que te ha hecho especial ilusión compartir
escenario o cartel?
Tampoco soy muy mitómano. Me puede gustar
lo que hace tal artista pero no tengo a esa persona, como persona mismamente,
en un pedestal. No pongo mis esperanzas en conocerlos y que me parezcan unos
seres maravillosos. Si me gusta lo que hace, me gusta y punto. Valoro su obra,
me quedo con eso… En cuanto a ilusión,
sí que me hizo ilusión que me llamaran Violadores para el DVD que
sacaron en directo.
También
en alguna ocasión has dicho que no escuchas demasiado rap español... Junto a
Elvira sacaste Catarata. ¿Qué
relación tienes con ese circuito más indie?
Como en el rap me tienen como el raro,
los de fuera no me ven tan así... Pero sí que ahora escucho más rap en español
que antes. Cuando salió Phantom Pop todo me parecía esencialmente vueltas a
lo mismo, pero de unos años hasta aquí he conocido artistas como Nestakilla,
Mi.Amargo, Erick Urano… Gente más interesante, más fresca y con menos
prejuicios. También hay gente que hace un rap más clásico como la peña de Ziontifik,
MDE o C. Terrible que me molan. Me agrada que haya gente con esas energías y
personalidad.
Estuviste
también en la dirección del documental Vibraciones, donde también participabas
como personaje. Colaboras con el crítico
de cine Miguel Ángel Oeste que ha publicado el libro Far Leys…
Sí. Querían capturar el momento de la
vida de los tres protagonistas. Contactaron conmigo para escribir el guión
junto a Miguel Ángel. Al final acabé implicándome en la dirección, el montaje,
la música, la gráfica… [ríe] Pero estoy contento y satisfecho con aquella
experiencia.
A
Elphomega lo identifican como el raro y el original, alejado de tendencias. Por
ejemplo, cuando el 15M salieron varios mixtapes… ¿Elphomega vota?
No he votado en mi vida hasta este año, y no me da reparo decirlo.
|Entrevista por Carlos Frías y Alberto Albertus|
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